BLANCANIEVES Y ESTEFANÍA CORREA EN LA AVENTURA DE LA PULSERA MÁGICA




Blancanieves se había levantado hoy muy temprano para ir a buscar rosas. Adoraba estas flores, por ello había pensado hacerle un regalo muy especial a su amiga Lili. Tomó su cestita y se puso en camino. Además, llevaba su desayuno porque había pensado comerlo junto a sus amigos los pajaritos del bosque. 

Princesa Blancanieves
Princesa Blancanieves

BLANCANIEVES CONOCE A ESTEFANÍA CORREA

El día estaba hermoso y el sol brillaba muchísimo. Ella se sentía muy feliz. De repente, una hermosa niña que jugaba en el bosque con unas ardillas le llamó muchísimo la atención, así que decidió acercarse a ella. 

- Hola ¿cómo te llamas? - dijo Blancanieves repleta de curiosidad.

- Hola soy Estefanía Correa - contestó la pequeña niña.

- Nunca te había visto en este bosque ¿vives cerca de aquí? - comentó Blancanieves extrañada.

- No, soy nueva por aquí, vengo buscándote a ti - dijo ....

- ¿A mí? - exclamó Blancanieves.

- Sí, Blancanieves. Vengo a entregarte una pulsera mágica que te llevará a mi mundo donde están ocurriendo cosas horribles a manos de la bruja malvada y sólo tú podrás ayudarnos. 


Princesa Blancanieves
Princesa Blancanieves

BLANCANIEVES VIAJA JUNTO A ESTEFANÍA CORREA A SU MUNDO MÁGICO

La princesa Blancanieves la miró a los ojos y pudo ver sinceridad, así que no dudó en ningún momento en ponerse la pulsera mágica y acompañar a Estefanía. Cerró sus ojos y cuando los abrió se encontró en un bosque oscuro y sombrío. 

No tenía nada que ver con el hermoso y soleado bosque donde fue a recoger rosas, ya que hacía mucho frío en aquel extraño lugar. Incluso, las dos muchachas se percataron de tenebrosas sombras que se cruzaban de un lado hacia otro por los alrededores. 

Blancanieves y Estefanía sintieron mucho miedo, pero sabían que debían de hacer frente a aquella amenaza juntas, así que se armaron de valor para enfrentarse a la malvada bruja. Sin dudarlo dos veces se dispusieron de camino hacia el castillo oscuro

Después de pasar numerosos obstáculos llegaron a la guarida de aquella maligna mujer. Estefanía sacó de su bolsillo una varita mágica y pronunciando unas palabras consiguió apresar a la bruja y encerrarla en un jarrón de cristal. En ese mismo momento, la pulsera mágica de la Princesa Blancanieves comenzó a brillar intensamente.

De repente, el castillo oscuro se convirtió en un castillo hermoso de luz y color, y todo en el exterior, los bosques y prados se llenaron de maravillosas flores de colores. Blancanieves había conseguido con su magia de amor hacer florecer de nuevo ese mundo mágico

Estefanía Correa agradeció a la princesa su maravilloso gesto de haberla acompañado, y haber conseguido restaurar de nuevo su país. Así que despidiéndose de ella, le dio suavemente en la cabeza con su varita mágica e hizo que Blancanieves volviera de nuevo a su casa. 

Y colorín colorado
este cuento se ha acabado.

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COPYRIGHT ©  LIDIA M.Y.
Foto Por Cortesía: Disney

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