LA PRINCESA JASMÍN: EL ANILLO MÁGICO Y EL CASTILLO ENCANTADO | CUENTOS INFANTILES



La Princesa Jasmín salió a pasear por el jardín de su palacio, cuando de repente, pudo vislumbrar a lo lejos un destello de luz casi cegador para sus ojos. Ella se quedó muy extrañada por lo que había visto, y repleta de valor fue a mirar de qué se trataba aquella misteriosa luz.


Princesa Jasmín


LA PRINCESA JASMÍN ENCONTRÓ UNA ANILLO MÁGICO QUE LA TRANSPORTÓ A UN CASTILLO ENCANTADO


Se fue acercando lentamente hasta el lugar, pero cuanto más cerca se encontraba, más aminoraba la luz brillante. Al llegar a la zona, vio en el suelo un anillo. Se quedó muy extrañada al ver, que tan sólo se trataba de una sortija, pero algo le motivó a cogerlo y ponérselo en uno de sus dedos.

De repente, algo le ocurrió porque se vio vestida con bonito traje blanco, y estaba en medio de un salón de baile muy lujoso. Se encontraba sola en el lugar, así que tuvo tiempo de inspeccionar la gran sala del castillo encantado

La decoración era realmente exquisita, las cortinas eran de seda natural, y las lámparas de cristal, además la sala estaba repleta de bellos jarrones cuyas hermosas flores desprendían un perfume dulce y especial.

Al pasar unos minutos comenzaron a entrar los invitados, y en poco más de unos diez minutos, el lugar se había llenado de personas vestidas para la ocasión, además la música clásica que se podía escuchar de fondo no paraba de sonar.

La Princesa Jasmín, ahora sí que se encontraba realmente asustada, porque no recordaba como había llegado hasta allí, a ese castillo encantado. Sólo sabía a ciencia cierta, que estaba rodeada de extraños, en un lugar que aún todavía desconocía. Armándose de valor, se acercó a un caballero y le preguntó por la fecha, además de la hora. Éste la miró algo extrañado.


Princesa Jasmín


LA PRINCESA JASMÍN Y EL CASTILLO ENCANTADO


El señor le respondió "nos encontramos en el año 1850, y serán algo más de la media noche". Ella no daba crédito a lo que escuchaban sus oídos, así que corrió hacia el exterior de la sala de fiestas. De repente, el resto de habitaciones del castillo desapareció ante sus ojos, entrando en un lugar oscuro donde sólo había un largo pasillo donde pasar.

Anduvo un rato, y comenzó a encontrar numerosas puertas, como si tratara de un pasillo de hotel, tal como lo conocemos hoy en día. La Princesa Jasmín, no dudó en abrir una de esas puertas. Al traspasarla fue conducida a un hermoso prado, con olor a rosas silvestres. El sol brillaba mucho, y todo irradiaba una luz intensa de gran esplendor, fuera de lo normal.

Un sentimiento extraño le invadió por dentro, y aunque se sentía cansada, e incluso algo asustada, la paz interior comenzó hacer su aparición. Los animales corrían de felicidad de un lado para otro, el lugar era mágico y bonito. Ella se sentía cada vez más feliz y repleta de dicha. A lo lejos pudo ver un lago de agua transparente y cristalina, así que no dudó en desplazarse hasta allí. 

Al agacharse al suelo para comenzar a beber con ayuda de sus manos al derramarse el agua entre sus dedos, el anillo mágico se deslizó suavemente perdiéndose entre la corriente del lago. El hechizo mágico que se encontraba en él se desvaneció, así la Princesa Jasmín quedó liberada volviendo a su tiempo actual, con su familia y amigos.


Princesa Jasmín

COPYRIGHT © LIDIA M.Y./ Foto Por Cortesía: Disney
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