Hola Amig@s hace muchos días que no actualizaba, pero aquí estoy nuevamente, la verdad que me han ocurrido muchas cosas extrañas y maravillosas en estos días.
Os voy a contar una aventura que he vivido con mi amigo John Luke. Tal vez, no habéis oído hablar de él anteriormente porque quizás no habéis leído mi libro aún, pero para que os hagáis una idea, él nació en la India, aunque su procedencia es Americana, al igual que yo. Nuestras respectivas familias son de orígenes latinos, pero la vida nos llevó muy lejos de nuestras raíces. El destino sabrá realmente el por qué.
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Ir de senderismo al campo o el bosque es muy emocionante. Ve siempre acompañado de un adulto |
Mis aventuras con John Lucke en el Umbral del Fuego
Tal como os iba contando, él nació en la India, y yo nací en América, aunque me vine aquí a vivir de muy pequeñita. Juntos hemos vivido aventuras increíbles, he incluso hemos salvado al planeta de la maldad de Akashia, Princesa del País del Fuego.
Bueno, poco a poco os iré contando más sobre él, y nuestra increíble aventura en el Umbral del Fuego, además de como conseguimos salvar al planeta de un oscuro mal que se cernía sobre él. Ahora, gracias a esta lucha entre el bien y el mal, se vuelve a respirar la paz y la tranquilidad amiguit@s en todo el mundo.
Para comenzar a relatar nuestra aventura acontecida en estos días, os quiero contar que hemos visitado una extraña cueva que nos encontramos por casualidad, estando juntos realizando senderismo por el bosque.
Este fin de semana pasado quedamos para ir a caminar, así que nos echamos protector solar, nos colocamos la gorrita, además nos vestimos con camisetas, pantalones con bolsillos en color safari, y nuestras botas de montañas.
Este fin de semana pasado quedamos para ir a caminar, así que nos echamos protector solar, nos colocamos la gorrita, además nos vestimos con camisetas, pantalones con bolsillos en color safari, y nuestras botas de montañas.
Para comer nos llevamos unos sandwiches, barritas energéticas de chocolate, batidos con vitaminas, y por supuesto una botella de agua cada uno. Aunque sí que es verdad, y pensándolo bien, que si hubiéramos optado por llevar una cantimplora hubiera sido más cómodo, pero en este momento no la teníamos en casa, ya que la dejamos olvidada días atrás en casa de mi abuela.
La visita a la Cueva de las Hadas
Nos adentramos en el bosque, y después de andar unas 2 horas nos encontramos en una entrada extraña, una cueva. Avanzamos hasta el interior, en medio de la oscuridad, así que encendimos unas linternas. Nuestra sorpresa fue total, ya que al final del túnel había una espaciosa sala donde había una tenue luz.
De repente, comenzaron a llegar unas pequeñas y diminutas luces que revoloteaban a nuestro alrededor, más bien parecían hermosas luciérnagas, pero no, eran Hadas. ¡Que maravilla! Nos hicimos amigos de aquellos diminutos seres mágicos. Charlamos durante mucho tiempo hasta que llegó la hora de volver. Nos despedimos de ellas, aunque prometimos volver a visitarlas.
Algún día os contaré donde está situada esta cueva mágica de las Hadas, pero dudo mucho que la encontréis sin su permiso, porque ellas nos dijeron que la entrada a la cueva sólo era visible para aquellos niños que realmente creen en ellas, y son buenos de corazón.
Tal vez puedas encontrarlas, así que cuando salgas al campo o al bosque con tu familia mantente alerta, quizás puedas verla, aunque nunca entres en una cueva sin ir acompañado de un adulto, porque puedes perderte o caerte y acabar haciéndote mucho daño.
Amiguit@s me despido hasta la siguiente aventura.
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