La princesa Ariel estaba muy ilusionada por saber donde le conduciría esta moneda mágica que el elfo le había entregado, así que cerró sus ojos, y se dejó llevar por ella. Sintió un escalofrío por el cuerpo, pero sin llegar a sentir miedo. De repente, escuchó una voz que le habló: "Ariel abre tus ojos que ya están el el mundo mágico del arco iris".
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Sirenita Ariel |
LA PRINCESA ARIEL EN EL MUNDO MÁGICO DEL ARCO IRIS
¡Que belleza! - dijo ella. No se podía creer semejante belleza que estaba contemplando. No daba crédito de lo que veían sus ojos. El cielo era multicolor en tonos pastel. Los árboles poseían diferentes formas y colores, cada uno de ellos tenía un color distinto al otro.
Los pájaros que surcaban el cielo eran en bonitos y llamativos colores fluorescentes, e incluso el lago era de un fantástico color irisado. Y como no, un hermoso arco iris que brillaba con luz propia, el cual transmitía a ese mundo mágico el característico color que tenía, el cual era inigualable.
Una maravilla que ningún humano podría creer, y que sólo podría ser disfrutado por aquellos que creyeran realmente en el ello, tal como la princesa Ariel hacía, ya que su fe ciega a creer en estos mágicos mundos, donde ahora se encontraba ella. Su asombro era inmenso porque jamás había vista tanta belleza natural.
Tanto era su alegría e ilusión que ni tan siquiera se había percatado que poseía dos hermosas piernas, con las cuales podía caminar. Sin dudarlo dos veces, hizo un impulso llevándose la grata sorpresa, de que podía caminar. Miró hacia el suelo, y allí estaban sus maravillosas piernas.
ARIEL PASÓ UN DÍA REPLETO DE FELICIDAD EN EL MUNDO MÁGICO DEL ARCO IRIS
Corrió y corrió de felicidad de un lado para otro con gran alegría. Se acercaba a todo para tocarlo, y cada vez que su mano entraba en contacto con alguna cosa, ya sea árbol, flores, o incluso el lago, saltaban chispas multicolores. ¡Que bonito! ¡Me gustaría vivir aquí para siempre con mi familia! - pensó emocionada.
De repente, vio una coloridas mariposas que revoloteaban de un lado para otro, así que no dudó en seguirlas, al baile de sus movimiento. Incluso, una movida música de fondo sonaba en aquel mágico pais.
Ariel se divirtió mucho durante todo el día, pero la noche caía, así que no dudó en sentarse a descansar un rato en un piedra en color cristal. Al mirar hacia un lado, encontró una caracola mágica, y sin recordar que al tocarla volvería a su mundo, la tocó siendo transportada de vuelta a su hogar.
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Foto Por Cortesía: Disney
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