BLANCANIEVES VISITA A SU AMIGO CONEJO EN EL PAÍS DEL ARCOÍRIS | CUENTOS DE PRINCESAS



Estaba un buen día nuestra amiga la Princesa Blancanieves en el país del arcoíris. El sol brillaba y ella rebosaba felicidad. Hace mucho tiempo, allí, en aquel mágico país tenía un buen amigo "Conejo" el cual le daba muchos consejos sobre su madrastra, la cual era malvada y como norma general le hacía mucho daño.

Blancanieves con sus amigos los animales

BLANCANIEVES VISITA EL PAÍS DEL ARCOÍRIS EN BUSCA DE SU AMIGO "CONEJO"

Blancanieves era una princesa muy dulce que adoraba a los animales, por ello en el país del arcoíris siempre era bien recibida por todos. En cuanto los animales del lugar la vieron, no dudaron en acercarse para saludarla. Todos estaban muy felices de verla.

El corazón de la muchacha era noble, así que se acercó a ellos para hacerles un gesto de amor a cada uno de uno de aquellos seres mágicos. Acarició sus cabezas e incluso les regaló un beso de amistad para sellar aquella bella amistad.

Al mirar a su alrededor vio que el país estaba precioso, ya que la hierba era de un color verde brillante con pequeños brillantitos en color plata. Los árboles seguían conservando aquella belleza que los diferenciaba de nuestro mundo, porque los de allí eran realmente especiales ya que todos ellos, poseían ese hermoso y característico color rosado. 

Las florecillas del campo eran de múltiples colores, aportando aún más hermosura a aquel mágico mundo repleto de luz y color. El cielo azul seguía teniendo aquellos radiantes matices celeste y verde agua de gran intensidad, tal como lo recordaba en su última visita, años atrás. Y como no, se podía ver el hermoso arcoíris, el cual soltaba chispas de luz y estrellas luminosas.


Blancanieves y la casita de su amigo "Conejo"

LA PRINCESA BLANCANIEVES ENCONTRÓ LA CASITA DE SU AMIGO "CONEJO"

La princesa Blancanieves preguntó a sus amigos que donde podría encontrar a su amigo "Conejo" y todos ellos al unísono contestaron "en su casita del campo junto al lago". Ella agradeció el gesto, y sin entretenerse más, se dispuso a caminar para llegar al lugar, que ya anteriormente había visitado. Su amigo "conejo" seguía viviendo en la misma casita de siempre.

Anduvo un ratito acompañada de los pajaritos del campo, hasta que a lo lejos divisó la casita de su amigo. Al acercarse un poco más, puedo verlo asomado a una pequeña ventana del ático.

- ¡Amigo conejo! ¡Amigo conejo! soy yo, tu amiga Blancanieves - vociferó la princesa.

"Conejo" muy contento bajó a recibirla, y juntos se sentaron en su precioso columpio de madera, con hermosos cojines en forma de corazón. Allí estuvieron charlando durante muchas horas, hasta que Blancanieves tuvo que volver a su casa, a nuestro mundo. Aunque eso sí, antes de marcharse le hizo una promesa, volver a visitarlo muy pronto.

Y colorín colorado este cuento se ha acabado.
Fin

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 Foto Por Cortesía: Disney

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