Recuerda, en esta aventura "Tú eres la Princesa Bella", ya que tomaste un trozo de pastel mágico "Tarta de Chocolate" que te convertiría en ella.
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Bella con sus Rosas Rojas |
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"BELLA" EN EL PAÍS MÁGICO DE LOS TESOROS Y LA ISLAS MISTERIOSAS
Tal como Bella te aconsejó comiste un trozo de la rica Tarta de Chocolate que ella misma cocinó. Por cierto ¡estaba deliciosa! - Pensaste. Bueno, ahora quedaría esperar a ver que ocurre. Después de esperar un buen rato sin saber que hacer, se te vino a la mente dar un buen paseo por la playa. Allí, estaban mamá y papá dándose un baño de agua fresquita en el mar.
De camino a la playa encontré una extraña caracola que brillaba muchísimo, así que me agaché a cogerla, y al mirarla un fuerte rayo de luz me cegó un instante. - ¿Qué era aquello? ¡No me lo podía creer! ¿Qué había pasado? Después del susto seguí caminado como si nada.
Al llegar a la playa sentía como los músculos y los huesos dolían un poco, así que me senté un poco en la arena. Miré de un lado para otro pero no podía ver a mis padres. De repente, un barco pirata en el mar se acercaba a la orilla. Yo me quedé impresionada, así que me levanté corriendo, y de pronto sentí un fuerte viento que intentaba detener mis pasos, haciéndome sentir extraña y fuera de mí.
Al traspasar ese túnel de aire, pude comprobar que mi pelo era largo y castaño, al igual que el de Bella, pero en esta ocasión vestía un pantalón y una camiseta de pirata, además de unas botas y sombrero peculiares. ¡Vaya, soy "Bella" pirata! ¡Que guay!- pensé.
Salí corriendo, y en la arena encontré una espada de pirata. Me agaché a por ella, y me fui a refugiar en un cueva cercana. Allí todo estaba a oscuras, e incluso se podía sentir el frío. Estaba asustada, pero a la vez emocionada. Deseaba una aventura y ahora era el mejor momento para conseguirla.
Al mirar mis bolsillos, de forma curiosa, pude encontrar una caja de cerillas. Así, que tomé un palo y le lié una especie de paño empapado en un líquido raro que encontré por allí. Ahora, tenía luz y me sentía más a gusto. Seguí caminando hasta llegar al final del pasillo.
Al llegar allí, encontré un pórtico extraño. De repente, escuché un ruido enorme en la entrada de la cueva, y miré hacia atrás. ¡Eran los piratas que se disponían a entrar! Mi corazón palpitaba a cien por horas, miré de un lado para otro pero no existía ninguna salida.
Mi espalda se puso en contacto directo con el pórtico, y un terrible miedo recorrió mi cuerpo. Asustada con la antorcha en la mano comencé a mirar hacia el largo y misterioso pasillo por si venían los piratas. De repente, la puerta se abrió tirándome completamente en el suelo.
Ahora me dolía el trasero del porrazo que me había dado. Me levanté, pero sin dejar de mirar en dirección a la salida de la cueva, comencé a andar de espaldas. El pórtico se cerró de forma estrepitosa. Al mirar hacia atrás, me quedé sorprendida al comprobar que había un tesoro muy grande en el interior de la sala.
Yo me acerqué, y miré detenidamente un baúl que había justo en el centro. La curiosidad me tentó demasiado, así que decidí abrirlo, y para mi sorpresa había un mapa que ponía "Próxima búsqueda: Las Islas Misteriosas".
COPYRIGHT © LIDIA M.Y. / Foto Por Cortesía: Disney
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